Pero indagar en las finanzas del clan De Narváez es como ingresar a un laberinto lleno de intrigas, traiciones y “guerras” por el poder. “Los apellidos son los mismos, pero a veces las personas no tienen nada que ver entre sí”, dijo uno de los secretarios de Carlos mientras aclaraba que no había que mezclar a su jefe con la campaña electoral de Francisco. Pero en realidad, la frase corresponde a un adagio que utiliza Carlos cuando en reuniones privadas lo comparan con su hermano.
Sucede que los dos hermanos “no se pueden ver ni en una fotografía familiar”, explica un influyente operador político peronista que goza de la amistad de Francisco y del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
Las diferencias entre los dos surgieron a fines de los 80 cuando intentaban sacar a flote la heredada empresa familiar Casa Tía.
Quienes los conocen coinciden en decir que son como el agua y el aceite. “Al Colorado (Francisco) le encanta el alto perfil y la ostentación, y a Carlos no”, destacó un empresario que suele tomar té en el restaurante Museo Renault. xxzxx
Fuente: Perfil.com
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