lunes, 14 de septiembre de 2009

Antonio Cafiero y su cumpleaños 87


Si algo quedó en claro durante el cumpleaños número 87 de Antonio Cafiero, que se celebró en su nueva casa de las Lomas de San Isidro, es que el peronismo pasa por otra de las enormes crisis que tiene cuando es derrotado, como le sucedió el 28 de junio.

“El peronismo desunido, jamás será vencido”, era la frase desopilante que pronunciaba a los gritos Moisés Ikonikoff, tal vez en la mejor síntesis que se escuchó en la hermosa tarde de sol de sábado.

Primera mención para la gran convocatoria del hombre que fue ministro de Perón, diputado, senador, gobernador y precandidato a presidente derrotado por Carlos Menem.

Hubo tres gobernadores (Daniel Scioli, Mario Das Neves y Juan Manuel Urtubey); kirchneristas varios (Oscar Parrilli; Carlos Kunkel; José María Díaz Bancalari; Juan Manuel Abal Medina; Juan Carlos Mazzón), peronistas disidentes (Felipe Solá, Eduardo Amadeo, Claudia Rucci, Gerónimo Venegas); intendentes (Sergio Massa, Osvaldo Amieiro); ex ministros (Roberto Lavagna, Carlos Corach); diputados de todas las tendencias (María Laura Leguizamón, Graciela Gianettasio, Jorge Obeid, Teresa García); sindicalistas (Víctor Santa María, Andrés Rodríguez), consultores (Julio Aurelio, Ricardo Rouvier y Graciela Romer); un sacerdote (Osvaldo Musto); varios ex relevantes como Jorge Telerman, Fernando Galmarini o Pacho O’Donnell y el hijo de Hugo del Carril, para entonar la marcha peronista y un par de tangos con voz engolada.

Lamentos por la gaffe de la AFIP con Clarín

El tema que predominó fue, sin dudas, el operativo de la AFIP contra el grupo Clarín, que generó las mayores críticas de la tarde en la casa de Cafiero. “Nos vuelven locos para ir a fondo contra el grupo con la Ley de Medios y después hacen este mamarracho que nos deja como una manga de chavistas”, era el comentario de un diputado comprometido a votar el polémico proyecto kirchnerista con aceite de ricino.

La frase fue compartida por varios, que del entusiasmo adolescente para acompañar la ofensiva del Gobierno contra los medios de comunicación habían pasado al desconsuelo por una maniobra que -según creían- dejó al descubierto las intenciones del matrimonio Kirchner, que no pasan precisamente por ‘democratizar‘ los medios, como martilla la propaganda oficial.

El hombre más consultado de la tarde

El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, fue uno de los más requeridos junto a Felipe Solá, de la tarde. Los votos decisivos de sus legisladores en Diputados y en el Senado, y su amenaza de que irán contra el kirchnerismo en la batalla por la ley de Medios Audiovisuales K han generado mucha ansiedad en el peronismo.

Sereno, Das Neves siempre dice lo mismo: asegura que tiene una lista larga de reclamos contra el proyecto y que sus legisladores lo rechazarán si no se tienen en cuenta. Muchos le recuerdan que, en la votación por las facultades delegadas, amagó y sus legisladores terminaron avalando al kirchnerismo, pero el gobernador jura que la cosa será distinta otra vez. Algunos le creían, otros no.

Ironías peronistas dichas a la pasada

De todas las ironías escuchadas durante la tarde, y en eso los peronistas son expertos, algunas subieron al podio. “Qué lindos recuerdos, qué lindos recuerdos”, era la preferida de Daniel Scioli -flanqueado por su Jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y el directivo del Bapro Gustavo Marangoni- cuando se cruzaba con dirigentes a los que no veía hace tiempo.

Muchos de los peronistas presentes lo saludaban como en un velorio, como si la tensa relación actual que el gobernador mantiene con Néstor Kirchner hiciera necesario reconfortarlo un poco.

El salteño Juan Manuel Urtubey, en tanto, respondía cuando lo saludaban con un “Acá estoy, disimulando”, otra frase que despertaba sonrisas.

Y a Díaz Bancalari, cuando le preguntaban ¿cómo estamos?, respondía: “¿Cómo? Estamos”, dejando también las carcajadas a su paso.

Duhalde, el gran ausente

Nadie creyó nunca que Néstor Kirchner o Cristina Kirchner hayan tenido intención alguna de ir al cumpleaños de Cafiero. “Loco, tronado, sacado”, son algunos de los calificativos que ensayaban los peronistas más disidentes para graficar la actualidad del ex presidente.

Los kirchneristas, en cambio, preferían destacar que la ofensiva contra Clarín era una suerte de epopeya que debería convertirse en política de Estado. Pero si nadie esperó a los Kirchner, muchos preguntaron por Eduardo Duhalde y por Chiche. “El Negro no va a venir, pero está trabajando para la unidad del peronismo!, explicó el dirigente Osvaldo Mércuri.

La pregunta ¿Qué se sabe del ‘Cabezón’? Fue pronunciada muchas veces. Las contestaciones, en general, eran hechas en voz baja.

Felipe Solá no solto prenda de la reunión con Reutemann

El que fue asaltado por las masas apenas llegó, vestido de negro total, casi minimalista, fue Felipe Solá, que esperó a que se retirase la primera oleada de invitados (Daniel Scioli, Carlos Corach) para hacerse ver junto a su bloque político (Jorge Sarghini, Eduardo Amadeo).

Recién llegado de Santa Fe, donde estuvo reunido con el enigmático Carlos Reutemann, Felipe Solá era otro de los perseguidos para que contara como le había ido en la provincia y si era cierto que podía llegar a ser el candidato a vicepresidente de Lole.

Felipe, por toda respuesta, sonreía y aseguraba que en el encuentro sólo se había dedicado a hablar él y a contar su visión personal de la situación del peronismo. Pero, como les pasa a muchos, Felipe se topó con el ya legendario silencio de Reutemann, seguido de muecas que cada uno interpreta como mejor le parece. ‘No es fácil descifrar a Lole’, era la coincidencia general de los peronistas cumpleañeros. «No voy a contar nada», los frenó Solá.

Ni en las charlas que tuvo en los rincones soltó prenda el ex gobernador, ocupado buena parte de la fiesta en eludir fotos inconvenientes. Para eso se respaldó contra una soleada pared, rodeado de los suyos, para evitar que algún paparazzo indiscreto le sacase fotos con alguien del Gobierno.

Cuanto más, permitió se lo registrase cruzando sonrisas con Roberto Lavagna -uno que tuvo poder pero que también seleccionó los sombrerazos- o con Sergio Massa -otro de los que buscó fotos con gente que lo eludió cuidadosamente-.

El sueño peronista en camas diferentes

El final de la tarde, después de la marcha peronista con algunos entusiastas que la cantaron a los gritos, contó con el infaltable discurso de Antonio Cafiero. El cumpleañero pidió que los peronistas se unieran para no perder en 2011. Advirtió que los peronistas no deberían votar a candidatos que no fueran peronistas. Y logró la sonrisa de todos cuando terminó diciendo que “los peronistas tenemos el mismo sueño, pero lo soñamos en camas diferentes”. La mención final fue para los mártires del movimiento, y se dirigió con especial dulzura a Claudia Rucci, la hija del sindicalista asesinado.

Fuente: Cronista.com

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