martes, 23 de febrero de 2010

Cristina Fernandez Wilhelm de Kirchner, la Diva K


Por Jorge Héctor Santos

Sumarse al elenco de las pocas divas que tiene la Argentina es algo infrecuente porque hay que reunir determinadas condiciones que no son fáciles de encontrar.


Las divas nuestras, Mirtha Legrand o Susana Giménez, no tienen competencia porque las que pretenden serlo no están a la altura de las exigencias. Este es el caso de la fracasada, aunque recurrente en su propósito, Viviana, la Canosa.

Sin embargo las revistas de espectáculos y los programas mediáticos de nuestra TV no han tomado debida nota que alguien que se colgó al grupo de las selectas divas de cabotaje, al menos en los gustos de vida que se da, es Cristina Fernandez Wilhelm de Kirchner.

Cristina, suena con nombre propio como Mirtha o Susana. No es diva pero vive como tal a la hora de exigir condiciones típicas de grandes estrellas internacionales en sus estadías fuera del país.

Las exigencias de Cristina, la diva encubierta, a la hora de sus viajes al extranjero.

Uno de los más recientes antes que descubriera que por culpa de Julio Cobos, el destituyente, no podía malgastar dineros públicos en sus extravagancias en China, fue cuando se alojó en el Hotel Sheraton de Montevideo, ocupando 4 pisos para intimidad de ella y todo su elenco de lacayos.

Cristina no reparó en exigir gimnasio especial en su propia suite con todos los aparatos necesarios, mozo y mucama a su disposición durante las 24 horas del día. Frutas desparramadas en distintas fuentes a lo largo y ancho de su extensa habitación y vinos y champagnes de los más variados.

Ahora, que la diva Cristina retomó su gira internacional las exquisiteces volvieron a repetirse pero en tierras aztecas. No es extraño entonces que los mexicanos se topen con que los requerimientos de Cristina superen el Luis Miguel, Verónica Castro o muchos de sus ídolos más preciados a nivel local e internacional.

Cris K eso sí hay que rescatarlo no cambia sus requerimientos.

La cinta para caminar, camilla de masajes están como siempre en la lista de pedidos a incorporar en su costosa suite. Frutas, dulces, bebidas carísimas deben estar al alcance de sus manos cuando lo quiera en cualquier rincón de sus cientos de metros cuadrados para ella sola. El mozo y la mucama deben estar plastificados a su servicio esté o no en su habitación todo el día y toda la noche.

En Cancún, México, Cristina se hospeda en el Grand Velas All Suites & Spa Resort, un exclusivo hotel inaugurado en junio 2009. El hotel cuenta con 6 suites presidenciales de 280 metros cuadrados con vistas al océano que según revistas especializadas están consideradas entre las mejores del mundo.

La suite de Cristina incorpora piscina propia en el balcón y vista al mar.  Cris, la diva K, con pésima imagen popular en su país se pasea por el mundo sin importarle demasiado que el gasto público vuele por los aires, la inflación se eleve como globo de gas y los pobres sean cada vez más.

Las divas son así, viven en un entorno propio y gozan de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario